¿Qué ha cambiado en la eduación en este año del nuevo gobierno?

Se realizó una reforma educativa, una reforma legal para hacer posible la evaluación de los maestros y que se les premie o sancione, eventualmente, con el fin de impulsar el mejoramiento de la calidad, buscando también devolver al estado el control de la educación que el SNTE le había en buena parte disputado, evitando que continúen sucediendo cosas como la venta de plazas o que éstas sean heredadas, estableciendo un Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación autónomo que evalúe a la educación. Una reforma que, aunque  formulada en términos más tímidos pero semejantes, ya  había sido aprobada por el Senado en la legislatura anterior,  y que en la Cámara de Diputados fue bloqueada por el PRD, el PANAL y… el PRI, eran otros tiempos,  la presidencia estaba en manos de otro partido.

Sin embargo “la reforma educativa” no tuvo una recepción complaciente entre todo el magisterio, la otrora “Presidenta Vitalicia” del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), pretendía oponerse a ella, y le tocó cárcel, claro que por otra razón, un posible fraude fiscal, entre otras cosas.  Pero la reforma desató la ira de otros maestros, los de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), disidencia del SNTE, disidencia adoctrinada en el marxismo-leninismo y que según afirman sus bases pretenden hacer la revolución y establecer el socialismo en México. La CNTE controla secciones sindicales en Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Estado de México y el D.F., entre otras más.

Con ese poder y el acumulado por años de chantajear a los gobiernos de los estados y el federal, la CNTE se ha opuesto férreamente a la reforma realizando un paro que ha afectado a más de millón y medio de alumnos sin clases en los estados con mayor rezago educativo, montando un plantón permanente en la ciudad de México, realizando marchas y bloqueos, en los que la violencia se ha hecho presente reiteradas veces. El colmo de esa violencia se ha manifestado en Oaxaca cuando “maestros” de la sección 22 afiliados a la CNTE han atacado las instalaciones de la sección 59 del SNTE, porque ellos sí están dando clases, a petición de los padres de familia en las escuelas abandonadas por los paristas. Además, ahora quieren recuperar tales escuelas quitándoselas mediante la violencia a los padres de familia que las habían ocupado para permitir que sus hijos pudieran estudiar. El fin justifica los medios, la revolución lo justifica todo.

¿Y qué ha hecho el gobierno federal ante todo esto? No mucho, mesas de negociación, contener las manifestaciones sin ponerles fin, permitir que los gobiernos estatales sigan pagando a los maestros paristas sin haber hecho su trabajo, no aplicar la ley recién aprobada.

La SEP y el gobierno federal le ayudaron a la CNTE a hacer crecer su causa al no realizar una fuerte campaña de difusión entre los maestros de lo que en realidad es la reforma, lo cual permitió que la CNTE divulgara toda clase de invenciones para azuzar a los maestros y hasta a los padres de familia en contra de ella, cosas como que se pretende privatizar la educación, que perderían sus empleos, que el gobierno dejaría en manos de los padres de familia el pago de servicios y suministros de los que antes se hacía cargo, y un largo etcétera. Se sabía que la CNTE no estaría de acuerdo con la reforma ¿por qué no se adelantaron a actuar previniendo lo que pasaría?

Esto es lo que ha cambiado la educación en un año, se toma una ruta que diferentes actores dentro de la sociedad y organismos internacionales habían desde hace tiempo señalado como medidas que deberían tomarse para transformar la calidad educativa de nuestro sistema. Pero el avance es lento como en días pasados lo ha señalado un estudio realizado por el Instituto de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey, el Informe de Progreso Educativo 2013.

De acuerdo con esta medición, de 2008 a este año el avance ha sido en promedio de sólo 0,2 puntos anuales, lo cual indica que la educación ha estado estancada. La calificación del país en una escala del 1 al 10, tiene un 6.9, esta medición  evalúa la calidad, la cobertura y el logro académico en el país e integra datos de primaria, secundaria y educación media superior a niveles nacional, estatal y municipal. Para que se llegue a la calificación de 8 se necesitarán a este ritmo 11 años.

Para la primaria el progreso educativo fue de 7,6, para secundaria se situó en 6,8, y para la educación media superior en 6,3, se consigna en este informe.

Esto nos remite a considerar el reto que el gobierno, magisterio y sociedad tienen para lograr que la reforma educativa funcione como debe ser y no se quede en un intento frustrado, sobre todo, por una mala implementación o por un retroceso en los hechos de lo que en la ley se aprobó, doblegándose la autoridad ante las presiones de la CNTE y también de algunos sectores del SNTE. Esperemos que esto no ocurra por el bien de México, por el bien de sus niños y jóvenes.

*José Luis Almazán es

Lic. en Pedagogía

Mtro. en Educación Familiar

Tiene estudios concluidos de Doctorado en Filosofía

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