El mundo está de cabeza, el Coronavirus se nos está saliendo de las manos y los países que no se lo tomen en serio y no actúen con determinación e incluso exageración en la prevención, pagarán las consecuencias. Las afectaciones de la epidemia al crecimiento global y local ya son serias. Es muy probable que ya con lo que ha pasado el crecimiento económico disminuya entre 20% y 30% si esto no empeora.
Hoy la crisis de mercados tiene como ingrediente el Covid 19 y como consecuencia de ella, una crisis petrolera. Estuvieran o no en una guerra árabes y rusos el petróleo iba a bajar. Un mundo con bajo crecimiento demanda poco petróleo y con ello los precios bajan. Coincide que se enfrascan en una guerra de precios y sacar una oferta mayor a la demanda, derrumba el precio y ambos siguen ganando, mucho menos, pero ganando. Recuerden que todo va en función a tu costo de extracción y a tus inventarios, y ya en la guerra estarían también dispuestos a perder.
La incertidumbre mata, y es justo lo que estamos viviendo. No sabemos hasta donde puede llegar esta crisis que ya afecta de manera económica a prácticamente todas las industrias. Salvo el comercio por internet, plataformas digitales de entretenimiento y el cuidado de la salud, no se me ocurre que mas sectores podrían ganar. Y las acciones por sacar al mundo del hoyo, no cesan, sobre todo en China y en países desarrollados. Acciones de política monetaria, inyecciones de dinero, créditos en condiciones muy blandas, subsidios, bajas de impuestos, etc.
El común denominador, hay preocupación y acción con planeación, también mucha creatividad. Donald Trump tiene un as bajo la manga; cancelar o posponer la guerra comercial, quitando aranceles a productos chinos. Quizá lo haga más entrado en campaña.
No veo esta misma actitud en México, en donde urge primero que nada recobrar la confianza y encaminar la inversión al desarrollo económico para contrarrestar tan duro golpe global. Tampoco veo creatividad y acciones para incentivar a la economía.
Es cierto que México ha manejado bien las finanzas públicas y por eso teníamos una estabilidad macroeconómica con variables muy ordenadas , tipo de cambio, inflación, superávit fiscal, etc. Pero ante un choque externo de esta magnitud, no hay blindaje que alcance.
La pregunta que mucho nos hacemos es que hacer en estas circunstancias? Y la respuesta es desde mi punto de vista, se pueden hacer 2 cosas: aprovechar la situación para vender lo que sube, sin tener la certeza que vendes en su máximo y comprar lo que se baja mucho, sin tener la certeza que compras en su mínimo. Ejemplo concreto: quien compró dólares abajo de $19 puede pensar en vender arriba de $21 una parte y quien tiene acciones o no las tiene puede pensar en comprar a largo plazo. Aquí la clave es el plazo. Después de un tiempo razonable, dos o tres años, el que haga esto, seguro gana. Así se han hecho grandes fortunas. Y lo que no se debe hacer por ningún motivo es lo contrario. Comprar con pánico dólares caros y salir a vender en el corto plazo acciones con pérdidas.
Calma, serenidad y paciencia en esta incierta situación. La segunda opción que es mejor a apanicarse, es no hacer nada, quedarse como ya estás o estabas antes de la crisis y esperar a tomar decisiones después de un tiempo y razonadas.
La clave estará en la contención del virus y las acciones de los gobiernos para detenerlo. He llegado a pensar que paralizar las actividades 20 días tendrían una cuota enorme y un costo brutal, pero quizá menor a que esto se siga esparciendo y al cabo de 6 meses siga sin acabarse.
@juansmusi
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