Se enfría el 2019

Por todos lados hemos escuchado pronósticos de que el mundo desacelerará su ritmo económico y crecerá menos este 2019, recientemente el Fondo Monetario Internacional acaba de pronunciarse en el mismo sentido; es muy importante distinguir que hay una gran diferencia entre una crisis o recesión y una desaceleración que simplemente es producto de un menor crecimiento económico, el cual sigue siendo positivo. Los principales países que al final son los motores de la economía global, tendrán un año menos bueno que en el 2018, siendo los más representativos: Estados Unidos de Norteamérica que en lugar de crecer a un 3% (que fue espectacular) podría crecer al 2.3%, que sigue siendo para ese país un muy buen número; China que creció a un 6.5% podría desacelerar hasta un 6.2%, la Unión Europea de 1.5%  podría disminuir a 1.3%.

En el caso de México podríamos pasar de 2% a 1.8%, llevamos creciendo a una tasa muy pobre más de 20 años y la mala noticia es que este año podríamos crecer por debajo de ese promedio; las razones para pensar que nuestro crecimiento no pueda mejorar, al menos en el corto plazo,  tienen que ver con que estamos muy vinculados a crecimiento norteamericano (que como dije este año será menor) y a que internamente no hemos hecho los cambios estructurales necesarios, sobre todo el fiscal, para salir del estado mediocre en el que nos encontramos.

En el corto plazo tenemos que ver muy de cerca la situación con el Reino Unido que es incierta y poco previsible, hoy en día asumen tres posibles soluciones: la primera y menos deseable es lo que se conoce como un “hard Brexit”, como lo dice su definición en inglés es una salida dura, sin planeación y repentina, en donde las reglas fiscales y migratorias se cancelan abruptamente y las consecuencias pueden ser desastrosas producto de esta intempestiva salida; la segunda alternativa es que le den más tiempo a Theresa May y se siga posponiendo esta mala decisión, y en tercer lugar la posibilidad de llamar a un nuevo “referendum” que podría revertir la decisión de salir de la Unión Europea.

También en el corto plazo preocupa el desenlace del cierre parcial de las oficinas de gobierno de EEUU, mejor conocido como “shut down”, que llega a su día 33 y que hoy mantiene a 800 mil empleados federales sin cobrar sueldo ya por más de un mes; el efecto negativo en la economía puede ser de mayores proporciones a lo que el mercado espera, porque de extenderse mucho más esta crisis podrían estar sujetos a una baja en la calificación de la deuda soberna, y el daño en todo el mercado de una noticia de esta proporción, sería muy importante.

Quiero seguir insistiendo sobre la idea de que busquemos aminorar la complicada situación global haciendo las cosas más fáciles localmente, y aunque en muchas ocasiones las decisiones no sean las más populares, como por ejemplo la responsabilidad fiscal, son de las cosas que nos permitirían brillar en comparación a otros países emergentes y con ello atraer recursos e inversión,  mientras que aquellos más vulnerables padecerán mucho más tanto en sus monedas como en sus tasas de interés y posiblemente también en sus mercados bursátiles, todo ello como resultado de no ajustarse el cinturón cuando la situación  así lo exige.

@juansmusi

Enero 23, 2019

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