Arrancamos una semana muy intensa, llena de datos económicos y eventos que pueden definir la segunda mitad del año y darnos la perspectiva de cómo seguirán actuando los bancos centrales. El martes se publicará la inflación del mes de mayo en Estados Unidos. Se espera un dato en línea o incluso ligeramente abajo de lo esperado. De ser así, los mercados seguirán su tendencia ascendente y se seguirá confirmando la tendencia descendente de la inflación. Esperando que así sea, el miércoles, la Reserva Federal, en su junta de política monetaria, decidirá qué hacer con la tasa de referencia. Lo más probable es que determine hacer una pausa y dejar la tasa en 5.25%.
De ahí vendría la intervención de Jerome Powell, en donde muy probablemente argumentará sobre la decisión y hablará sobre la perspectiva para los próximos meses. Es posible que sostenga, por un lado, que no hay que confiarse; y, por otro lado, que las tasas de interés permanecerán altas por un periodo prolongado. En el mejor de los casos, ante un escenario así, las tasas podrían ya no aumentar e incluso decrecer en el último trimestre del año.
En EUA también se dará seguimiento al proceso legal que enfrenta Donald Trump. El resultado de esto podría sacarlo de la contienda presidencial, lo que obligaría a los republicanos a elegir a otro candidato. Habrá que estar atentos, porque ya son muchas las acusaciones y procesos contra el expresidente, a quien nada ni nadie ha logrado sacar de la contienda.
El jueves también hay decisión de política monetaria del Banco Central Europeo. Ahí sí se espera un aumento de 0.25%, que llevaría la tasa de interés a 4%. Hay que recordar que los europeos han sido más cautos ante la difícil situación económica de la región por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y los efectos del BREXIT. Allá todavía podrían aumentar la tasa de interés hasta llevarla a 4.25% o 4.50%.
La semana pasada en México conocimos la inflación de mayo, y gracias a que el dato salió bien, la inflación anual ya se ubica en 5.84% y baja del 6.25%. Esto también podría significar que el Banco Central, en su reunión del 22 de este mes, también decida dejar las tasas igual y así llegar a su techo en 11.25%.
El peso sigue coyunturalmente fuerte. Logró ahora romper el piso de $17.30 por dólar, lo que provocará que los exportadores, receptores de remesas e inversionistas padezcan esta fortaleza. Es real: el exceso de dólares que llega al país tiene este efecto temporal. El exceso de dólares por remesas, inversión extranjera directa y entradas de divisas por turismo y ventas de petróleo impulsan al súper peso. Pienso que es coyuntural y temporal.
Hay eventos importantes el año entrante (como las elecciones en Estados Unidos y en México) y seguramente las tasas bajarán. Es importante precisar que ni con las tasas al 11% hemos capturado inversión financiera. El saldo en inversiones de extranjeros en cetes y bonos este sexenio y lo que va del año es negativo. Vuelvo a insistir: hay que ver los saldos en dólares y seguir aprovechando la recuperación después del desastroso 2022.
No es factible que en el corto plazo el peso se vaya a $20 por dólar, pero creo que el próximo año podría suceder. De llegar a ese precio, no nos pasaría nada. De hecho, más sectores de la economía estarían cómodos y en equilibrio.
@juansmusi
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