Si quieres, puedes lograr lo inimaginable estratosféricamente

“A veces hay que estar muy alto para saber en realidad cuan pequeños somos” Felix Baumgartner. Esta frase del austriaco paracaidista y saltador de base, conocido por la particular peligrosidad de las maniobras que ha realizado durante su carrera y recientemente por haber batido tres récords históricos al lanzarse en caída libre desde los 39.068 metros de altura, habiendo ascendido en globo tripulado a la estratósfera, va más allá que un simple cliché para ser recordado.

En realidad, la frase y la hazaña en sí nos deja mucho para analizar. Ante opiniones encontradas, en las que unos dicen que es un “ejemplo a seguir” y otros que es “un loco que gastó todo ese dinero en algo inútil”, podemos sacar mucho jugo de este evento histórico que más de 8 millones de personas vieron en tiempo real a través del canal de You Tube.

Comenzando por la frase; es una analogía con la vida misma, es una realidad que cuando estamos en la cima nos seduce la soberbia y olvidamos cuan pequeños somos, sin embargo, hay que llegar más alto todavía para caer en cuenta de que en realidad no somos nada sin la inmensidad del Absoluto. Es decir, que en ocasiones nos entregamos a las plegarias cuando estamos en problemas, pero cuando estamos en el apogeo olvidamos en realidad que no lo alcanzamos por méritos propios. Baumgartner, nos recuerda de alguna forma, que a veces tenemos que estar verdaderamente arriba para percatarnos de esa realidad; somos pequeños y no somos invencibles.

En cuanto a que si el dinero pudo haberse mejor gastado en reducir la hambruna de alguna región de África o del Planeta Tierra en general, pues es cierto que el dinero que se destina a investigación y desarrollo muchas veces pareciera que no vale la pena estar probando en ratoncitos, en robots o en cohetes al espacio, pero sin embargo, con los años hemos notado que ha valido la pena innovar, investigar y gastar esas cantidades de dinero en investigación. Por otro lado, lo que también es cierto es que Red Bull es una compañía privada que puede hacer con su dinero lo que le plazca, no es dinero del Estado que entraría en disyuntiva siendo que es dinero de los contribuyentes, sino que es de particulares y pues ahí no debemos de entrometernos.

Y finalmente, en cuanto a la utilidad o inutilidad de esta “hazaña” podemos encontrar que existen varios resultados útiles de esta aventura que Baumgartner junto con el mundo realizó este 14 de octubre pasado. Primero sería mencionar la primera hazaña científica que fue evitar convertir a Felix en un “cocido caldoso al pasar la línea de Armstrong a 19 km de altura, lugar donde los fluidos corporales, de no ser por el traje, hubieran comenzado a hervir”. Antonio Pérez Verde, astrónomo e ingeniero mencionó lo anterior como una de los varios descubrimientos científicos relacionados a este evento mundial.


Otra hazaña del “Salto Estratoseférico” según el especialista Pérez Verde es sin duda, construir un globo que aguante más de 36 km de ascenso. A lo que argumentó el científico que no es nada fácil, todo lo contrario, dice ser muy complicado. Y argumenta que «al disminuir la presión hasta órdenes de 10 hPa (La presión atmosférica es la fuerza que el peso de la columna de atmósfera por encima del punto de medición ejerce por unidad de área. La unidad de medición en el sistema métrico decimal es el hectoPascal (hPa) que corresponde a una fuerza de 100 Newton sobre un metro cuadrado de superficie Fuente: http://www.atmosfera.cl ) el helio se expande de tal forma que un globo sonda se expandiría tanto que se haría pedazos». Y si a eso unimos la carga de la cápsula, la cosa se complica, argumenta el científico astrónomo. Por ello el material del globo también ha tenido que desarrollarse de forma muy meticulosa, y no precisamente por los encargados de marketing de Red Bull, sino por científicos, ingenieros y expertos asignados a la misión “Stratos».


Finalmente, para reflexionar otra bondad de dicho cometido está algo que personalmente me impresionó, es cuando Baumgartner se deja caer y pierde el control. Comenzó a girar como un dado en un cubilete y de no haberlo controlado pudo haber quedado inconsciente y sufrido un derrame cerebral, sin embargo, como sabemos se estabilizó gracias a su preparación de años en el paracaidismo y logró romper la barrera del sonido. No obstante, cabe destacar que “durante unos segundos, Felix Baumgartner estuvo en condiciones marcianas de presión y temperatura (Pérez Verde)». El astrónomo e ingeniero explica que la vestimenta que llevaba Felix para el salto, es sin duda el fruto de un amplio desarrollo de tecnología de materiales. «Al saltar, durante unos segundos, el traje ha soportado temperaturas del orden de -70ºC y 10 hPa» que para que nos demos una idea, son las temperaturas mínimas de Marte a su presión atmosférica.


Entonces para finalizar, concluyo mencionando que este evento, que parecía un hallazgo de “locos extremistas”, es más bien benéfico para la humanidad en varios aspectos científicos, pero también filosóficos-antropológicos. Ya que la voluntad pudo en contra de la inestabilidad física que vivió el austriaco al comenzar a caer, lo que nos volvió a recordar que dicho atributo junto con la inteligencia son las facultades propias de la persona humana, que administran la libertad que gozamos y que si así nos lo proponemos podemos lograr lo inimaginable estratosféricamente.

 

Nos leemos la semana que entra para no quedarnos atrás y ver hacia delante.

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