El problema de la desinformación hoy en día es tan grave, que el mismo desaparecido Dr. Nathanson, quien fuera uno de los mayores abortistas en la historia de la humanidad y después se volviera uno de los activistas pro la vida más influyentes en el mundo, mencionaba que en el caso de Estados Unidos existe sólo un 20% de los habitantes en contra del aborto y hay otro 20% a favor. Estos dos grupos, nada ni nadie los hará cambiar su postura, pero el otro 60% es una gran masa intermedia cuya postura está basada simplemente en la información que reciban. Imagínense ustedes, depende de lo que lean, escuchen y vean, para que estas personas determinen si apoyan o no el truncar la vida de no nacidos.
El papel de la comunicación definitivamente es muy relevante en el desempeño de la cultura moderna y de la sociedad, y personalmente saber cómo se realizan programas de TV, de radio y hasta cómo se editan periódicos y revistas, me preocupa puesto que la mayoría de estos traen línea y si no nos ponemos a investigar a fondo, nuestro criterio se quedará en momentos, en encabezados, en 140 caracteres y eso determinará lo que apoyemos o condenemos.
Todo el mundo comenta lo que escucha en la radio, ve en la TV o lee en el periódico, esos son los temas a tratar en las conversaciones cotidianas, pero citando lo que en ellos dice como ideas propias que cada quien elige hacer suyas.
Los niños de hoy ven un promedio de 23 horas a la semana de televisión según la Academia de Pediatras de Estados Unidos, que multiplicadas por 52 semanas se convierten en mil ciento noventa y seis horas al año frente al televisor. Se supone que para cuando terminen preparatoria, a los 18 años habrán visto entre quince mil y veinte mil horas de TV. Es decir en pocas palabras, los niños han cambiado la pelota por la tele, y este problema es grave más allá de las desinformación que nos ocupa este escrito, en cuanto a temas de salud pública la obesidad en nuestro país va en aumento y esto se debe al sedentarismo que se vive gracias a la “caja tonta”.
La niñera, la distractora, como quieran llamarla, la TV es divertida, es entretenida pero abusar de ella es peligroso, y sobre todo si los padres de familia no estamos atentos a lo que nuestros hijos miran. Porque hay buenos programas, formativos, informativos, pero hay muchos más desinformativos de manera inadvertida que nos hacen creer que la vida así debe de ser.
Sólo es cosa de haber visto los premios EMMY de este año 2011 en donde la serie de televisión “Modern Family” ganó cinco estatuillas incluidas las de mejor actriz secundaria en una serie de comedia Julie Bowen, mejor actor secundario en una serie de comedia Ty Burrel, mejor dirección de una serie de comedia, mejor guión de serie de comedia y mejor serie de comedia. La serie trata de tres familias que escapan al modelo tradicional estadounidense. La primera se compone por Jay Prittchet quien tiene dos hijos con un primer matrimonio y está casado por segunda vez con una colombiana bastante más joven llamada Gloria (Sofía Vergara) y tiene un hijo pequeño llamado Manny. La tercera familia, se compone por unos homosexuales que adoptan a una pequeña vietnamita. Es una serie que hace reír, pero que en México aún no logra lo que en Estado Unidos ha alcanzado, sin embargo, quiere hacer ver que la familia tiene muchas facetas y que no importa mientras seas feliz.
Hecho que los jóvenes y los niños que la ven, lo hacen con naturalidad, y sin guía de sus padres, pues confundirán la realidad basada en la verdad con la realidad basada en ideas particulares. El poder de la industria cinematográfica, de la televisión y la radio es tan grande que se le llama el cuarto poder y que nos trae en su mayoría un mensaje contrario a lo que a la sociedad le conviene para su sano desarrollo. Hoy damos cuenta de lo quebrantadas que están las familias, de lo desubicados que están los adolescentes y lo deslindados que se encuentran los padres de familia. Mucho de esto se debe al mensaje que reciben horas y horas en los medios de comunicación que te presentan el pecado como atractivo. Hollywood es un claro ejemplo de esto, cuando se habla de noviazgo se habla en realidad de cohabitar, de vivir en unión libre, de relaciones sexuales. Cuando se habla de matrimonio es en realidad una conveniencia temporal, “hasta que nos aguantemos”. Divorcio por otro lado significa estar de moda, los niños en Hollywood son un estorbo y la persona es en re alidad un consumidor, el dinero es la única ley que vale.
¡Una paradoja! Por un lado grandes avances tecnológicos, por otro lado un mundo más egoísta, más materializado, más cruel y solitario. Finalmente para poder contrarrestar la situación actual de los medios de comunicación que atentan en contra de la integridad de nuestras familias es simple, y cito a Juan Pablo II: “En medios de comunicación SI a todo lo que vaya a favor de la familia. NO, a todo lo que la degrade o la esclavice”.
Nos leemos la semana que entra para no quedarnos atrás y ver hacia delante.
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