1,444 Palabras. Tiempo de lectura 5:00 minutos aproximadamente.
Este artículo está dirigido a los padres para que comprendan, cómo con unas cuantas buenas actitudes, pueden hacer que sus hijos se sientan orgullosos de sus padres y lo trasmitan a la sociedad. Los padres pueden ponerse como objetivo, ir realizando cada una de estas pautas en unos plazos determinados.
No me refiero a los hijos, que sienten un orgullo legítimo por sus padres, debido a que son deportistas famosos, millonarios, grandes profesionales, les dan todo lo que quieren, les consienten sus caprichos, etc.
1. Me refiero a los hijos a los que sus padres les han forjado un buen carácter, con sentimientos, que contrarresten con los impulsos y caprichos que les esclavicen. 2. Me refiero a los hijos cuyos padres les ayudan a tener seguridad en sí mismo, para analizar y perseguir sus sueños profesionales, familiares o sociales. 3. Me refiero a los hijos cuyos padres les demuestran con su ejemplo, el conocimiento y la práctica de las virtudes y valores humanos. 4. Me refiero a los hijos cuyos padres les educan para que sean: Hijos perfectos, esposos perfectos, padres perfectos y ciudadanos perfectos. 5. Me refiero a los hijos cuyos padres les han enseñado a aprovechar, de forma productiva y creativa el tiempo libre. Esto será además un argumento indispensable, para cuando soliciten la entrada en la universidad o en algún trabajo. 6. Me refiero a los hijos cuyos padres les han enseñado a cumplir las promesas dadas. 7. Me refiero a los hijos cuyos padres les han enseñado, a no callar ante las injusticias y a ser la voz de los que no la tienen. 8. Me refiero a los hijos cuyos padres les han enseñado a obedecer y reconocer la autoridad y responsabilidad, ejercida con determinación y energía, que emana de su situación paternal, que siempre beneficia a los hijos, aun a riesgo de incomprensión. 9. Me refiero a los hijos cuyos padres les han inculcado, que con esfuerzo, se puede llegar muy lejos y alcanzar los objetivos previstos. 10. Me refiero a los hijos cuyos padres mantienen que su sí es sí, y su no es no, cuando hay conceptos que no son negociables. 11. Me refiero a los hijos que aunque disientan de la educación, que reciben de sus padres, saben apreciar que ellos lo hacen, para que aprendan a ser hombres y mujeres, en el día de hoy y en el de mañana. 12. Me refiero a los hijos que conocen que sus padres, aunque pasen estrecheces económicas, siempre pondrán a sus hijos por delante, para abrirles camino en el futuro que se les avecina. 13. Me refiero a los hijos que cuando se tropiezan en la vida, son levantados mil veces por sus padres, contándoles sólo las levantadas, no las caídas. 14. Me refiero a los hijos que cuentan con sus padres, para ayudarles a tomar las decisiones correctas. 15. Me refiero a los hijos que están seguros, que sus padres les darán las mejores herramientas y los más acertados consejos, para poder salir de los problemas en los que se hayan metido, voluntaria o involuntariamente. 16. Me refiero a los hijos que han sido enseñados, sobre los peligros irreversibles que tienen el consumo del alcohol, el tabaco, las drogas, el juego, etc. 17. Me refiero a los hijos que les han enseñado a razonar, respetar, amar, ver y servir, empleando el sentido común. 18. Me refiero a los hijos que no sienten miedo ante sus padres, por errores o malas decisiones tomadas, ya que sus padres las pueden entender con amor, experiencia, respeto mutuo, justicia y tolerancia, si ven signos de sincero arrepentimiento y fuerte propósito de cambio. 19. Me refiero a los hijos que no son abandonados por sus padres, aunque estos tengan diferencias matrimoniales, que otros las solucionan con el divorcio, olvidándose del daño que pueden hacer a sus hijos. 20. Me refiero a los hijos que no ven en su padre un amigo, sino un padre al que corresponden con obediencia filial, aunque no la comprendan. 21. Me refiero a los hijos que oyen a sus padres, llamar a las cosas por su nombre verdadero. Al pan, pan y al vino, vino. Con sinceridad y sin eufemismos, ambigüedades, disfraces, ni tapujos. 22. Me refiero a los hijos que pueden mirar a los ojos de sus padres, y decirles cara a cara, que están muy orgullosos de cómo les están educando, aunque algunas veces, debido a su mal comportamiento, reciban sus amonestaciones, castigos y reprimendas. 23. Me refiero a los hijos que pueden tener confidencias, muy personales, con sus padres. 24. Me refiero a los hijos que reciben el mejor regalo del mundo, que es el amor paterno y materno, expresado y multiplicado en un nuevo hermano, si han dejado atrás el egoísmo personal para limitar la familia. 25. Me refiero a los hijos que reciben el mejor tiempo posible y el de más calidad para que los hijos puedan tener la comunicación directa de la experiencia transmitida de generación en generación. 26. Me refiero a los hijos que saben a ciencia cierta, que cuando necesitan a sus padres, ellos están siempre presentes de la forma que sea y dispuestos a ayudarles, corregirles y enseñarles a circular por la vida. 27. Me refiero a los hijos que saben, que pueden dirigirse en cualquier momento a sus padres para pedirles consejos sobre su futuro y que juntos, van a examinar todas las alternativas posibles, estando seguros, que la última decisión la tomarán los hijos. 28. Me refiero a los hijos que saben, que siempre tienen a su lado a sus padres, para comprenderles y ayudarles en los éxitos y en los fracasos, en sus dudas y certezas, en la salud y en la enfermedad, en los tiempos buenos y en los malos. 29. Me refiero a los hijos que saben que sus padres, también pueden sufrir cuando mandan, así como ellos pueden sufrir cuando obedecen. 30. Me refiero a los hijos que se sienten orgullosos de sus padres, por cómo les están educando, sacrificándose si es preciso para darles la mejor formación posible en los aspectos, morales, éticos, educacionales, religiosos, profesionales, etc. 31. Me refiero a los hijos que sienten como sus padres, siempre dan un paso más, a la hora de educarles lo mejor posible, sin escatimar sus esfuerzos personales, e incluso sacrificando su bien ganado descanso futuro. 32. Me refiero a los hijos que sienten como sus padres, se preocupan de mejorar profesional, religiosa y socialmente, para poderles trasmitir sus nuevos conocimientos y vivencias. 33. Me refiero a los hijos que son enseñados a respetar las leyes civiles y morales, siguiendo el buen ejemplo de sus padres. 34. Me refiero a los hijos que sus padres han enseñado a compartir, todo lo que tienen con sus otros hermanos, los familiares, los amigos y la sociedad, pensando en las necesidades de los demás y no en su propio egoísmo. 35. Me refiero a los hijos que sus padres les enseñan constantemente, a amar a Dios sobre todas cosas y al prójimo como a sí mismo, pese al ambiente hostil de la sociedad en la que viven. 36. Me refiero a los hijos que sus padres, les han enseñado a practicar el cuarto Mandamiento de la ley de Dios que dice: Honrar padre y madre. Practicándolo también con los abuelos y demás personas mayores. 37. Me refiero a los hijos que ven en sus padres, a los que les han dado la vida, protegido, cuidado, educado, curado y siempre están pendiente de lo que les sucede, cuando podían haber tomado unas malas decisiones como: Abortarlos, abandonarlos, darlos en adopción, entregarlos, ignorarlos, etc. 38. Me refiero a los hijos que ven en sus padres, un amor perseverante, en los verdaderos objetivos que perduran en la realidad de su vida. 39. Me refiero a los hijos que ven en sus padres, un compañero para jugar, aprender, divertirse, consolarse, aconsejarse y ser cómplice de algunos secretos. 40. Me refiero a los hijos que ven la educación que les ofrecen sus padres, aunque sea austera, en comparación con el abandono o laxitud de otros padres hacia sus hijos.
Los hijos que se sienten orgullosos de sus padres, tienen que demostrárselo y agradecérselo continuamente, por los privilegios que reciben de ellos. Ese orgullo deben gritarlo a los cuatro vientos, para que la sociedad se entere, que hay una vida familiar, que se puede disfrutar mucho, si los padres y los hijos ponen cada uno su parte.
francisco@micumbre.com
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.