MÉXICO FRENTE A LOS CAMBIOS EN CUIDADOS MATERNO-INFANTILES

 

Los pilares en el cambio de la atención materno-infantil son los ginecólogos. 

El interés es factor importante, señala especialista.

México, D.F. Septiembre, 2011.- El recién reconocimiento a la actividad de las parteras en nuestro país, a través de la inclusión de sus funciones en la Ley General de Salud, sin duda es un gran avance en materia de cuidados materno-infantiles, sin embargo, es necesario hacer mucho más, así lo resaltó Elena Carrillo, coordinadora de la Especialidad de Educación Perinatal en la Universidad Anáhuac.

De acuerdo a la especialista, pese a que México es referencia importante en el tema de cuidados materno-infantiles, en la práctica aún no se han logrado objetivos vitales para asegurar la protección de mamá y bebé desde el embarazo.

Y es que ante escenarios tan dramáticos como lo son el alto nivel de cesáreas y el índice de muertes maternas en nuestro país, “resulta imprescindible efectuar mayores medidas y replicar lo que últimamente se ha estado haciendo en beneficio de este sector”.

Para que la salud materno-infantil sea una realidad, en palabras de Elena Carrillo “hay muchos factores a considerar, entre ellos el interés. Es muy difícil que los médicos quieran dejar la atención del parto, ya sea por intereses económicos, prestigio u otros. El asunto es que dejar de atender partos solo para cuando sea de verdad necesario, les repercutirá en su práctica profesional o en sus ingresos. Otro factor es que se considera a la partera como no profesional o capacitada, de ahí que no permiten que ellas sean quienes atiendan a las mujeres”.     

Precisamente sobre la participación del médico, Elena Carrillo enfatizó: “los pilares son los ginecólogos para luego involucrar a las demás figuras que participan en la atención a mujeres embarazadas como son parteras, educadoras perinatales, enfermeras, etc.”.

Habló del caso de Brasil, que en el 2000 ocupaba el primer lugar de cesáreas en todo el mundo y que en siete años logró ubicarse en el tercer sitio. “En Brasil, fueron ellos (los médicos) quienes pusieron un alto a las cesáreas, propusieron la atención humanizada en el parto y efectuaron un cambio. Son los ginecólogos quienes deben impulsar el cambio”. 

En este sentido, se refirió al movimiento del parto humanizado que no es más que respetar las necesidades fisiológicas y emocionales de la mujer antes, durante y después del parto, sin intervenciones innecesarias; se trata de fortalecer la confianza en su capacidad natural para parir en beneficio de su salud y la de su bebé.  

Sobre esto, en México, aún cuando el panorama pareciera desalentador “sí hay avances porque sabemos hacia dónde ir y se nota que se quiere llegar ahí, solo esperamos que la intención siga”.

Finalmente, la especialista confía en que la situación se modifique: “esto tiene que cambiar porque no vivimos aislados y si el cambio es global, forzosamente México tendrá que realizar esos ajustes también”.

Fuente: Lucía Rincón/ lrincon@1tad.net / www.tad1.net

 

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