“Los hombres no pueden mejorar una sociedad prendiéndole fuego. Deben buscar sus viejas virtudes y traerlas de vuelta”. Russell Kirk
Recientemente el colectivo “Las brujas del mar” convoco a marcha y paro nacional “El 9 ninguna se mueve” que se realizará los días 8 y 9 de marzo respectivamente. Lo hacen bajo la bandera de protestar sobre la violencia contra la mujer y los homicidios cometidos las últimas semanas que acapararon los medios de comunicación. Para ello piden que no haya mujeres en las calles, en las escuelas, en el trabajo, en las universidades o haciendo compras.
Así que, varios “provida”, “conservadores”, la “derecha política” y autoridades eclesiásticas (los últimos merecen una especial y posterior mención) se han sumado a la convocatoria argumentando que es perfectamente válida pues se exige seguridad para las mujeres, usando la conocida frase “nos están matando”. Lo que no quieren ver –o aun viéndolo les importa poco- es que se busca apuntalar el aborto en todo el país; luego ¿acaso no es absurdo apoyar una marcha y un paro por la “seguridad” de las mujeres y al mismo tiempo exigir el derecho a matar al bebé (independientemente de su sexo) en el vientre materno?
Es increíble que el grueso de la gente pase por alto que el paro esta promocionado por abortistas que, como es obvio no les importa nadie, ni la mujer. ¿Cómo es esto posible? El feminismo radical ha sabido capitalizar la indignación de la gente respecto a la violencia que se vive en el país, así como la falta de seguridad y justicia.
Han logrado embaucar a mujeres ignorantes. Ahora bien, cuando digo ignorantes no me refiero a analfabetas; la ignorancia anida en personas sumamente preparadas, prueba de ello son las mujeres con cargos políticos, empresarias y profesionistas de diversas áreas que están sumándose al paro nacional; incluso cuando parecía que varias apoyaban la vida en el vientre materno.
Como suele decirse, ignorantes ha habido siempre, pero ahora salen de las universidades, tienen maestrías y doctorados. Cabe mencionar que todos somos ignorantes en cierto sentido, pero hay que superarlo viendo más allá de una convocatoria; no solo se trata de estar plagados de información, sino de formarse; saber discernir el acontecer diario. Tenga por seguro que unirse a un paro que aprovecha la situación actual de violencia para promover el aborto y el libertinaje sexual no será jamás una opción para mejorar las cosas. Nadie necesita el odio de aquellos que dicen defender a la mujer pero promueven su degradación, arrastrando con ello a toda la sociedad.
Es verdad, no todos los que participen en la marcha o el paro nacional están a favor del aborto, pero es un hecho que todos los que tomarán parte en ese evento le hacen el flaco favor –les guste o no- a los abortistas, apuntalando la ideología de género en este país.
Varios hemos sido víctimas de la delincuencia, el punto es ¿qué hacer con lo que nos sucede? Por ejemplo:
Las cosas materiales, su auto, su celular, su dinero ¿valen la pena como para exigir la imposición del asesinato masivo de ancianos?
Si asesinan a sus hijos adolescentes o a su cónyuge ¿exigiría que mataran a los niños de cinco años o menos, so pretexto de que es el mal menor para garantizar justicia para usted y otros?
¿Le parece absurdo el planteamiento? Lo es; tal y como ahora lo es el hecho de que infinidad de mujeres y hombres de bien (pero terriblemente estultos) se unirán al paro nacional exigiendo justicia para las mujeres negándose a ver que lo que ahí se exigirá será el asesinato en el vientre materno. Se encuentran apoyando lo que nunca hubieran apoyado de haber estado realmente formados, porque sabrían que la seguridad de unos no está en función de la matanza de inocentes, ni de la destrucción de la familia.
La reacción ante la situación actual de violencia es tan simple y llana que, o nos unimos a los que promueven un crimen nefando, a los que fomentan el odio para mitigar nuestra indignación aprovechándose de ello; o luchamos por el bien común desde el lugar en el que estamos, empezando por nuestra familia. Parece fácil pero es el trabajo más exigente de todos.
No se necesitan zánganos exigiendo no laborar, se necesitan hombres y mujeres dispuestos a trabajar cada día de su vida por un mundo más justo y más humano…
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