La semana pasada se revelaron datos de inflación, tanto al consumidor como al productor. La primera, salió en línea con lo esperado. Creo que tuvo mucho que ver que el impacto de los impuestos en ese dato particular no se vio tan afectado por una baja en el consumo ante el incremento de los precios. Es decir, subieron los precios y, por ello, los consumidores compraron ligeramente menos. En el caso de la inflación a los productores, debo decir que éstos últimos no pudieron “absorber” del todo el impacto de los aranceles y, en ese sentido, el dato fue negativo, decepcionante.

Los impuestos de esta administración ya están teniendo consecuencias en la economía, en la inflación y, por ende, en la posibilidad de que las tasas bajen pronto. En este último apartado, lo que pensábamos que garantizaba que las tasas bajarían en septiembre, ya no es tan seguro.

A pesar de lo anterior, la semana fue buena y el mercado siguió subiendo ante la resiliencia y los buenos resultados corporativos.

Esta semana tiene los focos puestos en un posible acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia y ya no a ceses temporales al fuego. Se trata de acuerdo en el que se han vuelto a involucrar la Unión Europea y los Estados Unidos. Quizás debería aprobarse la constitución de un fondo para la reconstrucción de Ucrania y sus empresas más importantes y rentables. Ojalá se logre.

También destaca la reunión de banqueros centrales en Jackson Hole, a donde acuden todos los años a escuchar la postura de los principales banqueros centrales. Desde luego que el momento cumbre del evento es el discurso de Jerome Powell, que después de haber visto estos datos mixtos buscará dar certeza y claridad de cara a la tasa de referencia.

Siguen los reportes corporativos. En el plano local, destacan la publicación de las minutas de Banxico y la inflación de la primera quincena de agosto.

Sigue la estabilidad cambiaria y el tipo de cambio sólido abajo de $19 por dólar, producto de la debilidad de esa moneda.

@juansmusi