Corría el año 1969, desde Sonora vine a realizar diversas gestiones, y visité las principales librerías en busca de novedades. Estaba considerado como un best-seller “El Padrino” del escritor estadounidense, de origen italiano, Mario Puzo. Varios amigos también estaban leyendo esta novela y me contaron que les estaba gustando bastante su lectura, aunque por momentos, consideraban que eran relatos escalofriantes, crudos y llenos de violencia.
Por ese mismo tiempo, el cineasta Francis Ford Coppola redactaba el borrador de la misma para proponerles a algunos productores llevarla a la pantalla. Se la aprobaron con un limitado presupuesto.
El asunto clave era elegir al personaje central adecuado, Don Corleone. Citó a varios actores famosos entre ellos a Marlon Brando, quien tenía fama de temperamental, inconstante e irresponsable por su comportamiento en recientes filmes.
Se presentó en chanclas, sin peinarse ni rasurarse, con una sucia playera y todo presagiaba que no sería elegido. Pero, cuando le tocaba su turno de presentarse, de un momento a otro se transformó: se peinó, tomó un par de pequeños papeles y los colocó dentro de su boca para hinchar sus mejillas y, se encontraba un gatito negro en una esquina. Brando lo tomó, se sentó en un sillón y lo colocó sobre sus piernas, lo acarició suavemente y comenzó a hablar como un anciano con la voz cascada por su avanzada edad.
Lo hizo tan bien que Francis Ford Coppola le comentó que era justo el actor que estaba buscando: espontáneo, creativo, natural, sencillo. Lo demás es historia conocida. Luego se filmaron las partes II y III de “El Padrino”, todas con gran éxito de taquilla.
¿Cómo fue la biografía de Marlon Brando? Nació en Omaha, Nebraska en 1924 y falleció en 2004. Tuvo una infancia y adolescencia con un hogar roto y escasez de medios materiales. Su padre y su madre eran alcohólicos y continuamente se maltrataban. Era frecuente la violencia verbal y física. El padre nunca estuvo de acuerdo con que él fuera a la escuela de actuación, Le echaba en cara que era inútil y holgazán. Lo criticaba con sarcasmo, agresividad y a menudo lo golpeaba. Muy pronto los abandonó y jamás supieron de él.
Su madre fue actriz de teatro de segunda categoría, pero era alcohólica empedernida. En repetidas ocasiones él iba a recogerla en bares y cantinas. Brando se quejaba amargamente, años después, que nunca recibió su cariño materno. Todo esto ya nos refleja de modo elocuente su carácter conflictivo, su violencia contenida propios de una familia disfuncional.
Como actor salta a la fama con la obra de teatro del célebre dramaturgo, Tennessee Williams: “Un Tranvía llamado Deseo””. Fue todo un acontecimiento en Broadway. Posteriormente fue llevada a la pantalla bajo la atinada dirección de Elia Kazán.
Es interesante observar en ella que, Marlon Brando, proyecta todos sus complejos, conflictos personales y violencia retraída a unos niveles increíbles. Inaugurando así un nuevo teatro más dramático y realista. De manera que hipnotiza a los asistentes. Ése era precisamente el efecto que quería provocar Tennessee Williams y Brando lo logró con creces.
En 1955, en la película “Nido de Ratas” gana el Óscar al mejor actor. La novela original fue escrita por Francois Mauriac, Premio Nobel de Literatura en 1952. Con “El Padrino” (Primera Parte) también gana el Óscar al mejor actor (1972).
Otras películas destacadas de Brando son “¡Viva Zapata!” (1952), reconocido como el mejor actor de una película extranjera., “Salvaje” (1953), quién con un grupo de delincuentes asolan con sus motocicletas un pueblo de California creando serios estragos y basada hechos reales. Marlon Brando con su chamarra de cuero, pantalones de mezclilla, botas altas negras, una gorra blanca, una estrecha playera a rayas crea toda una escuela e influye en James Dean y Elvis Presley y demás “rockeros” de esa década.
Otros filmes son: Sayonara” (1957), “Julio César”, “Apocalypse Now”, “El Rostro Impenetrable”, “El Último tango en París” (1973), A lo largo de su trayectoria artística recibió numerosos reconocimientos como “Globos de Oro”, “Premios Emmy”, “Premios BAFTA”, Premio “Festival de Cannes a la mejor interpretación masculina, lo mismo que en el mundo del teatro.
Sin embargo, en medio de tantas distinciones de su país e internacionales, nunca pudo superar su sentimiento de orfandad, de sentirse inconforme con su vida y se convirtió en bohemio, con todas sus consecuencias.
Con todo, es considerado como un ícono en el mundo del espectáculo y uno de los mejores actores de cine y teatro de todos los tiempos.
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