México complicado

Recientemente, algunos analistas locales, organismos internacionales y prestigiosas firmas de análisis han reducido la perspectiva de crecimiento para nuestro país. Todos sabíamos que el 2025 sería de menor crecimiento que el año anterior, pero no en la proporción que ha ocurrido. Resulta que las perspectivas de crecimiento globales también se han reducido 0.3% en el peor de los casos; pero México ha pasado del 1.5% a 0.3% o 0.5%.

Son varias las razones. La principal es la disminución del crecimiento económico en Estados Unidos y la turbulenta e inestable relación en materia arancelaria. No hay crecimiento interno, ni grandes proyectos de infraestructura o productivos. La inversión extranjera, aunque se contabilice en torno a los $40 mil millones de dólares, debe decirse que más de la mitad son reinversiones de empresas ya establecidas en nuestro país.

La inseguridad no ayuda, y muchos inversionistas que por muchas razones podrían elegirnos, ante la falta de seguridad y certeza jurídica, han optado por otros destinos. Y por si ello fuera poco, las remesas también disminuirán aproximadamente $5 mil millones de dólares, para cerrar en torno a los $60 mil millones de dólares este año.

Las finanzas públicas no han mejorado. Cada año, aunque de a poco, la relación deuda entre producto interno bruto, crece.

El anuncio de la reestructuración de Pemex, aunque pretenda hacerse de manera más ordenada con el fin de darles mayor certeza a los inversionistas, sigue estando muy complicada. Se le sigue metiendo mucho dinero bueno al malo.

Los dos indicadores que marchan bien son el tipo de cambio -no por la fortaleza del peso, ni por mérito propio, sino porque el dólar se ha debilitado contra todos-; y la inflación, que en su última lectura acumula en el año un 3.55%. Muy probablemente cerrará el 2025 hacia 3.7%-3.8%. Esto le permitirá a Banco de México seguir bajando tasas, pero ya en menor proporción: 0.25% en lugar de 0.50%.

Por todo lo anterior, sigo pensando que es un buen momento para diversificar y aprovechar la coyuntura cambiaria.

Espero que el gobierno logre -lo creo seguro con el TMEC- que los aranceles con Estados Unidos en “otros productos” sean menor al 30%. De no ser así, muchas de las variables mencionadas pueden empeorar, empezando por el tipo de cambio.

@juansmusi

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