Sasha Sokol: Cuando la verdad reclama su lugar

“La verdad puede ser dulce o amarga pero no puede ser mala; la mentira puede ser dulce o amarga pero no puede ser buena”. Constancio C. Vigil

Las acciones legales por parte de Sasha comenzaron hace dos años a raíz de una entrevista concedida a Yordi Rosado en la que Luis de Llano Macedo habló sobre aquella relación sostenida hace décadas, ufanándose: -“Tuve un romance con Sasha en la que me enamoré y me mandó al demonio”. Las palabras del productor minimizaban lo que a todas luces era un delito: el abuso sexual de menores (Sasha mantuvo una relación ilícita con Luis cuando tenían 14 y él 39 años respectivamente). Un mes después de la entrevista que levantó polvo, Sasha decidió ir a los tribunales iniciando una acción civil que buscaba que la conducta y declaraciones de Luis de Llano fueran declaradas ilícitas, causando daño moral; buscando que se le obligara a ofrecer una disculpa pública por sus acciones y declaraciones, el no volver a mencionarla y otorgar una indemnización que sería destinada a una organización que lucha contra el abuso sexual de menores.

En mayo de 2023, Luis de Llano fue encontrado culpable por daño moral en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, sentencia que el productor apeló y perdió. En días pasados la Suprema Corte de Justicia de la Nación atrajo el caso y será quien juzgue y decida de forma definitiva si el fallo que lo condenó a debe ser confirmado. El hecho de que Sasha haya tenido la valentía de tomar acciones legales en contra del productor es por demás loable, máxime cuando hay quien opina que no tiene sentido haberlo hecho después de haber pasado décadas de aquello porque la justicia “tiene sus tiempos” y los recuerdos “traicionan”. En aquella entrevista a Luis de Llano, Sasha comprendió después de mucho tiempo que lo vivido fue un abuso sexual que jamás debió pasar y que cambió el rumbo de su vida de forma inexorable.

Su caso –a diferencia de otros- sacude particularmente por dos temas que quizá pasan desapercibidos:

*“Libertad de expresión ilimitada”: Está claro que las declaraciones de Luis de Llano hablando del abuso sexual como “romance” eran una gran mentira; por tanto, la libertad de expresión no puede usarse para mentir, especialmente al cubrir un delito de esa índole. Por ello la actriz emprendió acciones legales en su contra, pues el productor mentía de manera flagrante; luego entonces no todas las opiniones son respetables y la censura debe aplicarse para todo aquello que daña. La libertad de expresión sólo debe darse a la verdad, lo contrario sería como abogar para que el pederasta o tratante de blancas grite a los cuatro vientos sobre su abuso tildándolo de “romance y enamoramiento”, lo mismo que un hombre de expresar que ha de defenderse a los niños para evitar que sean víctimas de estupro y trata de personas. ¿Verdad que no es lo mismo? Y comúnmente muchos caen en el error de defender y respetar la libertad de expresión ilimitada.

*Edad de consentimiento. Justo cuando pululan los lobbies de pederastas que luchan por reducir la edad de consentimiento sexual a edades de 12 o 14 años en los códigos penales del mundo, el caso de Sasha Sokol recuerda que sería una infamia hacerlo. Confío en que su caso mediático ayude a crear consciencia especialmente entre la gente de bien (pero a veces fácilmente manipulable), que opina que “si un niño quiere, debemos respetar su decisión” o “cada quien decide”. En países como España tienen a la ministra de igualdad que se ha atrevido a decir que “los niños de ese país tienen derecho a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren”, ¿puede ver la mala intención entre líneas? Siempre salgamos al paso y afirmemos categóricamente que un niño no puede consentir, y justo el caso de Sasha lo corrobora. Estamos en una guerra desatada en contra de los niños, en donde están involucrados académicos, psicólogos, psiquiatras, políticos, personal médico, artistas, tratantes de blancas, todos luchan diariamente para que las leyes reduzcan la edad de consentimiento dejando el estupro sin condena; significa dejar que hagan de nuestros niños lo que les plazca, ¿cuánto más estamos dispuestos a permitir? El caso de Sasha pone el dedo en la llaga a todos los niveles.

Habiendo pasado muchos años, ella decidió hacer lo correcto no sólo para sí misma sino por las generaciones que vienen detrás, porque era necesario que la verdad tomara su lugar y el delito fuese perseguido por las autoridades correspondientes. Ambos conocen gente en común, de algún modo están conectados, así que ha requerido mucha valentía de su parte pues no sería extraño que le abandonen en este proceso de demanda y sentencia. Llegados a este punto sería bueno preguntar, ¿cuántos son culpables de que este abuso durase 4 años y otros más con secuelas? Ninguna denuncia en su momento por estupro. ¿Cuántos son culpables de mirar a otro lado antes y después de saberse? La rodeaban figuras públicas que tenían influencia importante en el mundo del espectáculo y que tuvieron su parte de responsabilidad, directa o indirectamente: sus padres, sus amigos, los padres de sus amigos, los familiares del productor y desde luego Televisa, la intocable Televisa de los años 80’s.

Para darse una idea de que tan sesgado se trató este asunto, habría que recordar que hace dos años, programas del espectáculo mostraban a Sasha en entrevistas anteriores donde opinaba sobre su “romance” con Luis, tratando de restar importancia a la acusación que ahora ella hacía y sugerir hipocresía de su parte. Pero resulta obvio que a la víctima le puede llevar años asimilar lo que le ha sucedido, especialmente si se encuentra en un medio que lo normaliza. En estos casos, la “libertad de expresión” es para muchos, una meretriz. Esperemos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación haga justicia y el caso pueda sentar un precedente en la imprescriptibilidad del delito. Pero sobretodo, que la actriz hallé la paz necesaria, que el orden sea restaurado en la opinión pública tan laxa, en las leyes y en la vida cotidiana llamando delito a aquello que lo es.

Y que por el bien de todos, la verdad tome el lugar que le ha sido arrebatado…

Deja una respuesta