A bajarle al odio y a la polarización

Me llamó mucho la atención cómo, el fin de semana, muchos de ustedes me buscaron para preguntarme qué va a pasar el lunes posterior al atentado contra Trump. Recuerdo que les dije que nada. Como no lo mataron, no tiene por qué pasar nada. Si el asesino hubiera atinado, desde luego que habría habido repercusiones negativas en los mercados. Cualquier candidato, se pone en esa frágil y vulnerable posición. Y más aún en los países en vías de desarrollo.

Basta con hacer memoria de cuántos candidatos a puestos políticos en la última elección en México perdieron la vida. Lo que también es un hecho es que el riesgo se incrementa cuando el candidato polariza, cuando su discurso es de odio y cuando su postura es de continua agresión a los adversarios. Esta receta era -sin duda alguna- la de Trump. ¿Le va a bajar? ¿Va a cambiar su estrategia? -No lo sé, pero seguramente lo pensará.

La crisis política en el país más poderoso del mundo es tremenda. La población deberá elegir, para el puesto del hombre más poderoso del Mundo, entre un hombre que tiene problemas de salud mental y un hombre sobre el que pesan múltiples acusaciones de delitos de diferente índole. ¿Qué le conviene más a México? Biden implica continuidad en una relación bilateral que ha funcionado razonablemente bien. Trump implica incertidumbre, amenazas continuas y seguramente revisiones y nuevas condiciones al TLCAN, entre otras cosas. Ya lo conocemos, ya sabemos cómo es con México y el riesgo es que venga más agresivo.

El dólar se ha debilitado gracias al discurso de la Reserva Federal, que abre la posibilidad a dos bajas este año. Es por eso por lo que el peso ha vuelto a ganar terreno; terreno que volverá a perder en caso de que vuelva a hablarse de la reforma judicial y su posibilidad de ocurrencia.

Empieza una nueva temporada de reportes, en donde lo más importante será ver que los resultados sigan respaldando las valuaciones actuales.

 

@juansmusi

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