Para que haya menos pobres hay que crecer más, ésta es la única receta para desinstalar de la pobreza a la mitad de la nación; si México no alcanza tasas de crecimiento mayores al 4.5%, esta triste condición no va a cambiar. Recientemente –desde la Secretaría de Hacienda, el Fondo Monetario Internacional y diversas corredurías e instituciones financieras– prevén un desarrollo para el 2019 mucho menor a lo esperado, y cada vez son más aquellos que nos ubican con crecimientos cercanos al 1%; este efímero crecimiento es producto de dos factores: El primero que es interno, y que obedece a la ausencia de Reformas Estructurales (algunas de ellas implementadas pero que hoy están detenidas, como la Energética), nos impiden tener razones y motores internos de expansión. Una mayor recaudación también podría detonar bienestar y una mejor distribución de la riqueza; la única forma viable de hoy tener una mayor recaudación es gravando medicinas y alimentos.
Volver a cobrar tenencia en los estados en donde se quitó y buscar homologar el predial a nivel nacional ayuda, pero no resuelve el problema; la segunda razón que está ligada con la primera, es que el menor crecimiento global es parte del ciclo económico y no lo podemos evitar, y si el mundo crece menos pero sobre todo EEUU se manifiesta así, México lo va resentir; en pocas palabras, la recaudación de un país que crece al 2% es mucho mayor que la de una nación que crecerá entre el 1% y el 1.5%
Hay que reconocer que esta situación nos ha llevado a una austeridad necesaria y que mantener las finanzas públicas sanas, para no perder el grado de inversión y deteriorar la confianza de los inversionistas, hay que ajustarnos a lo poco que se tiene; como decía, el crecimiento económico viene de la inversión pública y privada, y en este momento México sólo invierte el 2.5% del PIB, este rubro por décadas ha venido a la baja, lo único que nos queda es buscar el crecimiento y que éste venga de la inversión privada.
Estoy seguro que si el gobierno actual se empata con la iniciativa privada y busca los sitios de oportunidad en infraestructura, comunicaciones, energía, si hay el capital local y extranjero para apoyar esas áreas de oportunidad que por décadas han sido olvidadas, se originará un mayor crecimiento.
Es necesaria y urgente la asociación entre el gobierno y la sociedad civil, detonar progreso y proyectos de inversión de manera conjunta es lo único que nos puede salvar. Todavía puede haber una corrección en el rumbo para que se rectifique y se busque un objetivo en común que beneficiaría a la presente administración, a los empresarios, pero sobre todo a la clase más marginada que resultaría la más beneficiada en esta asociación.
Urge implementar un plan de desarrollo y modernización en el que se abra espacio, incluso a inversionistas pequeños, que a través de instituciones financieras pudieran invertir en esta clase de proyectos tal cual lo hacen actualmente las Afores por medio de los certificados de capital de desarrollo (CECADES); es tiempo de dejar de ver los cómo no, y darse cuenta cómo México sí puede crecer al 4%.
@juansmusi Abril 10, 2019
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.