Fryderyk Chopin

UN ENAMORADO DE SU PATRIA, POLONIA

Un 22 de febrero de 1810, en Zelazowa-Wola una llanura que rodea a la capital de Polonia, Varosovia, nació este gran músico y extraordinario pianista Fryderyk Chopin. Su Padre era un preceptor francés y contrajo matrimonio con una joven polaca culta y distinguida, de familia noble, pero venida a menos.

Cuando Chopin nació, creían que Napoleón ayudaría a un país que había estado con él, pero al emperador no le importaba su gente, no le importó ni dio importancia al pueblo que le había ayudado, utilizó a sus hombres, para luchar en Alemania, España y Rusia.

El joven Chopin creció en un país destrozado por la fama de Napoleón. Hombre sencillo y nervioso, creyó firmemente que Polonia era la salvadora de la cristiandad, y que la nobleza de su pueblo hizo que cayera, en manos de un emperador egoísta y manipulador.

Chopin crece en un ambiente musical; su madre y primero y luego su hermana, iniciaron al joven en sus estudios sobre música. Tuvo un gran maestro polaco, patriota y gran admirador de Bach. La rapidez con que el joven progresaba, lo tenía verdaderamente asombrado, a los siete años ya empezó a componer, pero para poder hacerlo tenía que cantar a su maestro, ya que todavía no sabía escribir.

Chopin toca por primera vez en público, un 24 de febrero de 1818 en Varsovia. Fue un éxito rotundo y la alta sociedad polaca estaba entusiasmada con el niño. Obviamente después continuo con sus estudios, hasta convertirse en la gran realidad que llegó a ser.

Chopin se va a Viena y durante el viaje se entera de la sublevación de Varsovia, quiere regresar, pero no le dejaron tomar semejante decisión. Cuando llega a su destino se entera de todo lo que pasó y escribe su famoso estudio El revolucionario.

El joven músico se instala en París y empieza a dar conciertos, despertando la admiración y cariño del público. Entre sus más destacados amigos se encuentran: Listz, Berlioz, Meyerbeer, quienes fueron incondicionales y siempre encontró en ellos apoyo y comprensión.

Este músico ejemplar padecía desde su infancia una enfermedad entonces incurable tuberculosis. Con los años su salud fue decayendo. En esta época conoce a una famosa escritora seis años mayor que él, George Sand. Chopin se enamora locamente de ella. Ella lleva al músico a España, a la cartuja de Valdemosa, en la isla de Mallorca. Ahí Sand logra escribir un libro, “Un invierno en Mallorca” y Chopin una tumba en el cementerio del padre Lachaise. Aunque esto sucedió unos años después.

Antes de morir, pidió que su corazón fuera enviado a su muy querida Polonia, así se hizo y está en la iglesia de la Santa Cruz de Varsovia.

Sus polonesas, sonatas, preludios, nocturnos, así como sus dos maravillosos conciertos para piano y orquesta, son sólo algunas de las preciosas obras de este singular músico, compositor y gran pianista, que siempre nos emocionarán, sin importar cuantas veces las hayamos escuchado.

Una vez más les invito, oigan algo de la música del gran Chopin, les aseguro no les dejará indiferentes y estoy segura sentirán emociones nunca antes sentidas. Escúchenlo y después hagan algún comentario, los espero.

Chopin abre y cierra un mundo pianístico; los contemporáneos que lo imitaron, han sido olvidados. Asuri la Gran Música.

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