“Para poder avanzar, primero hay que recordar”
El capitán Jefferson Kyle Kidd es un veterano de la Guerra de Secesión que viaja de condado en condado para narrar noticias del mundo, sea de política, aventuras o actos heroicos de la gente común. En su travesía encuentra a una niña que era trasladada por las autoridades a casa de sus familiares; sus padres y su hermana habían sido asesinados hacia seis años siendo ella la única sobreviviente y por tanto secuestrada por los indios Kiowa. Ante la falta de personal militar, decide llevarla él mismo con su familia. La historia se trata de la travesía a lo largo de 640 km que ambos recorren para llegar al hogar de Johanna, una travesía llena de contrariedades, problemas, peligros, dolor y al final, sanación.
Basada en la novela homónima de Paullete Jiles, “Noticias del gran mundo” está dirigida por Paul Greengrass y protagonizada por Tom Hanks (capitán Jefferson Kyle Kidd) y la pequeña actriz alemana Helena Zengel quien a su corta edad cuenta con un Premio de Cine de Alemania por su participación en el drama “Syster Chasher” y que ha sido nominada al Globo de oro por interpretar a Johanna Leonberger en la presente producción “Noticias del gran mundo”.
Volviendo a la trama, con el pasar de los días Johanna recuerda palabras de su idioma natal, el alemán; resulta evidente que recuerda mucho más: el asesinato de su familia. Ella desarrolla el gusto por las historias que narra el capitán Jefferson quien perdió a su esposa y su imprenta en la Guerra de Secesión, así que tuvo que reinventar su vida para seguir adelante. Si bien ya no imprimía los periódicos, empezó a leerlos a la gente a cambio de algunas monedas. De esa forma encontró el medio para vivir y al tiempo daba esperanza a aquellos que oían sus historias, porque no solo se limitaba a leer, también les ofrecía una reflexión.
Una vez que Jefferson se da cuenta de la gravedad de la situación, decide ayudar a Johanna; no la suelta jamás aunque ello pone en peligro su vida y lo manifiesta así: -“Supongo que ambos enfrentaremos nuestros temores en este camino”, en efecto, habrían de forjar una amistad. Una lección para nosotros que hemos hecho de este mundo uno que tiende a “soltar” todo y a todos cuando se presentan dificultades, que ha puesto la felicidad en un peldaño y no tolera el dolor ni las contrariedades. Bien podríamos reflexionar ¿Cuántas veces nos hemos comportado egoístamente con los demás cuando atraviesan un suceso difícil?
En la travesía, encuentran la casa de Johanna; ella baja de la carreta y se acerca. Encuentra solo las huellas de aquello que perdió, de una vida otrora bella y hoy una casa vacía y desolada. Si bien Jefferson hubiera querido ahorrarle los recuerdos dolorosos, ella le contesta algo tan cierto como esperanzador: –“Para poder avanzar, primero hay que recordar”. Recordar puede ser muy doloroso, más aún si se trata de algo maravilloso de nuestra vida, sean personas, lugares o vivencias que ya no están y que es imposible recuperar. Recordar es necesario, no para vivir en el dolor del pasado sino para sanar las heridas del alma y hallar la fuerza para continuar hacia adelante.
Un proceso desde luego nada sencillo. Pocos pueden entender el duelo que se vive ante una pérdida, pocos comprenden cuando alguien necesita reconstruirse a sí mismo. Atravesando una situación así, podemos llegar a ser un poco como Johanna: difíciles de tratar, difíciles de comprender y difíciles de querer que algunos optarán por alejarse. Lo extraordinario es que Dios en su infinita misericordia no nos olvida jamás y nos permite encontrar a otros que nos fortalecen en la vorágine del día a día. La historia del capitán Jefferson y Johanna no es más que la historia de la superación del dolor profundo de una pérdida y el largo camino que se debe recorrer, a veces tortuoso para sanar, reconstruir todo y seguir avanzando.
Una maravillosa y memorable película llena de esperanza que no debe
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