Esta semana empezó con optimismo que proviene del exterior. Noticias que mejoran temporalmente el horizonte económico y que le han inyectado brío a las bolsas y a las expectativas. El posible surgimiento de tratamientos eficientes y también el desarrollo de una vacuna para el Covid19. La reapertura por fases económica de Europa y de algunos estados en EEUU. En este asunto y en comparación con México, son países que nos llevan la delantera y cuyo aislamiento empezó meses antes al nuestro y aún así será un ejercicio sumamente riesgoso.
El incremento sustancial en los precios del petróleo, hace 3 semanas el West Texas Intermediate (WTI) estuvo por debajo de $5 dólares y recientemente ha superado los $33. Al final son puras especulaciones sobre que lo peor ya quedó atrás y de que pronto habría buenas noticias en torno al tratamiento y desarrollo de vacunas contra la pandemia. Es por eso que el petróleo también sube, la reapertura más los esfuerzos que ha hecho la OPEP, aunado al cierre de muchas plataformas han contribuido al alza. El gran riesgo es que no se descubra el tratamiento o vacuna y que la reapertura traiga consigo una ola de contagios mayor o un repunte y que obligue al confinamiento de nuevo.
Ojalá y ambas cosas funcionen y no veamos el comportamiento en forma de “W” en la economía global y local. En pocas palabras este optimismo y posible recuperación son posibles, pero son vulnerables.
Así como surgen buenas afuera, con mucha pena no encuentro lo mismo en el plano local. México sigue siendo proveedor de malas y dudosas noticias. Dudo que la información oficial en torno a la pandemia sea precisa, no soy experto en la materia, pero ante el bajísimo porcentaje de pruebas y el mal manejo que se le ha dado a esta crisis, dudo que los números sean reales. Estadística y matemáticamente estamos en la etapa más crítica y ya estamos pensando en la reapertura, no solo no ha descendido la curva, ni siquiera se ha aplanado.
Las iniciativas de nuestro congreso son un foco de atención y de constante preocupación. Les tengo una buena: son iniciativas, o sea tienen que pasar al pleno y luego a la cámara alta. Iniciativas tontas, sin sentido, provenientes de incultos, iletrados e incluso analfabetas, hay miles…. Que si tocarán las reservas del Banco de México, que si echarán mano de las Afores, que si el INEGI investigará y documentará al detalle la riqueza de los hogares mexicanos, etc.
Estresa y preocupa que alguna de estas sandeces pueda progresar, pero insisto, son iniciativas y muchas de ellas son imposibles. Pongo 2 ejemplos: ¿cómo tocar el dinero del Banco de México para un fin del ejecutivo? El Banco es autónomo y las reservas NO son del gobierno federal, son del Banco Central. ¿cómo tocar el dinero de las Afores si las administradoras son privadas? Esto que es básico y elemental la mayoría de los diputados no lo sabe.
Aquí seguimos atacando a las energías renovables, explotando al combustóleo que es altamente contaminante, presumiendo avances en refinerías y asignando recursos a trenes y aeropuertos inviables. También estamos negando una terrible crisis económica y sanitaria. Ignorando una realidad que nos va alcanzando y que no entendemos porque no cambiamos. Y tristemente, nuestro presidente, no cambiará. De seguir así, la degradación de México y Pemex, la salida de recursos y la inhibición a la inversión continuarán. Es previsible que el deterioro continúe, por lo tanto, las oportunidades se van a presentar, sobrevivirán los que estén sanos y fuertes económicamente y las ofertas y valuaciones atractivas en diversas inversiones, incluidas las inmobiliarias, llegarán ante la devastación económica, es un mercado de compradores.
20 de mayo de 2020. @juansmusi
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