Cuando cayó en mis manos este libro (1), recordé aquella película del agente secreto británico, James Bond, el célebre agente 007, con aquel sugerente título del filme: “Sólo se vive dos veces”. En este relato autobiográfico el autor narra con detalle una historia que parecería increíble: sobrevivir a tres trasplantes de riñón. Es decir, tuvo la dura experiencia de observar y palpar de cerca la fría realidad de la muerte en tres ocasiones sucesivas.
Nos introduce de lleno –como en un torbellino- en ese mundo áspero pero real, de aquellos que sufren padecimientos con este órgano: frecuentas entrevistas con doctores, atención de las enfermeras, visitas a hospitales, necesidad de hacerse hemodiálisis, preparativos para los trasplantes, infinidad de análisis médicos, la selección de los futuros donadores, el temido quirófano, las operaciones, las numerosas molestias y dolores, los cuidados postoperatorios… En un constante fluir de buenas y malas noticias sobre su estado de salud.
Quizá lo más sobresaliente de este texto vivencial es que queda de manifiesto la grandeza que puede tener un ser humano para sobreponerse a las adversidades, contradicciones y dificultades que implica el estar gravemente enfermo del riñón y enfrentarse con valentía y garbo humano a tres trasplantes. También el apasionado anhelo de vivir, en que a Armando Cobos no le importa tomar el riesgo de dar sucesivos saltos al vacío con la luz de la esperanza y el optimismo en que las operaciones resultarán acertadas.
El autor confiesa que -en medio de sus miedos, inseguridades y pensamientos depresivos-, lo que más le ayudó a salir adelante fue su fe firme; el vivir y sentir cercana la presencia de Dios y confiar plenamente en Él, no obstante los sombríos augurios que en ocasiones se le presentaban.
En resumen, ha sido la historia de un hombre doliente que luchó contra toda esperanza y llegó hasta la otra orilla, para lograr estabilizarse en su salud.
Sin duda, jugaron un importante papel el apoyo cercano e incondicional de su esposa, sus familiares y amistades, sus donadores. Al final del libro, Armando Cobos externa jubiloso un agradecimiento por el tiempo de vida que le ha sido concedido.
Además, su prosa trasparente, sencilla y amena contribuyen a que el lector avance por los capítulos con un creciente interés, como si se tratase de una novela de suspenso. En conclusión, se trata de un original testimonio de una gran valía humana y espiritual.
(1) Cobos, Armando, Vale la Pena Vivir. Historia de tres trasplantes, Editorial Minos III Milenio, México, 2016. 190 páginas.
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