UN MUNDO LLENO DE MILAGROS

MARC CHAGALL

Hijo de un oficinista ruso, tuvo una infancia difícil. Parece que era de una timidez exagerada y además, tartamudeaba, lo cual seguramente hizo que sus primeros años fueran inseguros, pero nos tristes, ya que la pintura que crea, está llena de cuentos y recuerdos de esa época.

Cuando en 1910 llega al vanguardista París, tiene la cabeza llena de historias y coloridos sueños. Hombre humilde desarrolla una forma de pintar plena de fantasía y evocaciones familiares.

En el momento en que se aventura a viajar a la gran ciudad, las escuelas rusas no eran particularmente brillantes y por supuesto esto se traduce en el rechazo que tiene, al tratar de ingresar a la escuela estatal de arte. A pesar de la gran desilusión, París le provoca fuerte impacto, e inspiración. Ahí hace amistad con varias e importantes figuras del momento, Apollinaire, Modigliani y Delaunay, entre otros.

Chagall a pesar del influjo de estos fuertes personajes sigue fiel a sus orígenes. Ruso, judío de gran fe y amor, cree sinceramente que existe una conexión entre Dios y los hombres y que esta fe, puede producir verdaderos milagros. De ahí que sus pinturas estén llenas de ellos. Soldados, violinistas, figuras religiosas, amantes flotantes todas llenas de poesía y finura. Una pintura tan rica y con tanta fantasía, que creo es difícil ver un cuadro de este gran pintor sin admirarle y emocionarse.

Es maravilloso que sin importar la edad, los recuerdos de infancia permanezcan en nosotros y que los podamos transformar como hizo el gran Chagall, en cuadros aparentemente ingenuos, pero llenos expresividad y poesía. Esta forma de pintar novedosa en aquel entonces, hace que cuando llega el surrealismo, lo consideran de alguna forma predecesor del mismo, pues introduce la metáfora en su pintura.

En 1914 tiene una exitosa exposición en una sala de Berlín. Tan grande fue el éxito que un poeta se atrevió a decir que él había iniciado el expresionismo.

Durante los años en que aparece la persecución nazi, Chagall está horrorizado; su pintura se vuelve agitada y fuerte. Durante este tremenda época pinta varias crucifixiones, pero más la famosa es la crucifixión blanca, que ya de alguna forma anunciaba lo que estaba sucediendo y habría de suceder.

Meterse en esta pintura evocadora y poética, es en sí un verdadero regalo, ya que nos da la oportunidad de profundizar o tratar de hacerlo, en la mente de un gran creador, soñador y poeta.

La pintura de Chagall y sus ilustraciones gráficas muy pictóricas para Gógol, Lafontaine y la Biblia, traspasan la frontera entre los reinos de lo visible y lo invisible. En este sentido su arte es surrealista.” Ruhrberg. Arte del siglo XX.”

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