Fue una grata sorpresa, la lectura de este libro (1) porque su autor, el Dr. Carlos Rossell Álvarez, reconocido maestro y cofundador de IPADE, vierte su sabiduría y amplia experiencia laboral, sus muchos años reflexión y meditación sobre este tema capital y apoyado en una rica bibliografía, acerca de las virtudes y valores que se deben desarrollar para desempeñar un trabajo con mayor eficacia y profesionalismo.
Recoge valiosos consejos de San Josemaría Escrivá de Balaguer, quien precisamente proclamó al mundo -por inspiración divina- , un 2 de octubre de 1928, que el quehacer profesional -cualesquiera que sea- puede y debe ser un encuentro personal con Dios. Pero este planteamiento de San Josemaría -que después recogió el Concilio Vaticano II en diversos documentos como Magisterio Universal de la Iglesia- no se centró únicamente en el aspecto espiritual, sino que lo enseñó a vivir a miles de personas -con su propio ejemplo, de palabra y por escrito- mostrando que esa actividad diaria debería de realizarse de un modo práctico, sencillo y asequible para todos aquéllos que se han planteado, como una meta específica en sus vidas, el serio empeño en crecer y desarrollar las virtudes que giran en torno al trabajo.
¿Qué virtudes o valores expone el autor? El orden y aprovechamiento del tiempo; el saber distinguir entre lo urgente y lo importante; “que lo mejor es enemigo de lo bueno” en el momento de culminar una tarea; el aprender a delegar, a comprender y a exigir a los subordinados, combinando la justicia con la caridad; captar con realismo qué es lo fundamental ante un asunto determinado y distinguirlo de los aspectos secundarios o accesorios; otras veces, para lograr las metas trazadas, considera este escritor que se requiere ser magnánimo y audaz para enfrentar los nuevos retos y desafíos.
Plantea, también, la importancia de crear un clima de verdadera amistad, de optimismo y laboriosidad tanto en la empresa como en la cátedra universitaria o en los estudios de posgrado, pero dejando en claro que, por encima se todo, se encuentra la responsabilidad de quien manda y toma las decisiones fundamentales en la dirección empresarial.
Y enfatiza que en una empresa “nadie debe sentirse indispensable”, sino tener la generosidad y visión amplia hacia el futuro para preparar a su posible sucesor al frente de la institución que dirige.
Me pareció acertado que el autor señalara otras virtudes, no menos importantes: el dejar de lado los rencores y resentimientos ante las naturales fricciones que se generan en toda convivencia; el acudir al trabajo cotidiano con renovada ilusión profesional, con buen humor y deseos de servir a los demás. De la misma forma, mantener el anhelo de superarse cada día un poco más en ese quehacer profesional, tomando en cuenta -sobre todo- su finalidad trascendente.
El libro está redactado con una admirable agilidad. Incluye puntos muy concretos y precisos, acompañado de algunas anécdotas para ilustrar dichas virtudes. De modo que el autor logra plasmar un escrito que resulta ameno y se lee con facilidad, pero a la vez, aporta pensamientos, reflexiones y conclusiones de la experiencia de toda una vida laboral, por ello, este texto adquiere una especial profundidad, que invita al lector a meditar esos conceptos reposadamente. Sin duda, es un libro que resultará práctico y útil en el quehacer de quienes se dedican a la actividad empresarial, a los directivos de centros educativos, a los expertos en Pedagogía y asesores académicos de alumnos, y en general, para cualquier persona que se plantee seriamente desempeñar su trabajo con una mayor responsabilidad, tenacidad y eficacia en las diversas facetas de su labor, y de esta manera, adquirir un buen prestigio como profesionista.
(1) ¿QUIERES VIVIR BIEN? ¡TRABAJA MEJOR!, Rossell Álvarez, Carlos, Editorial Trillas, México, 2015. 95 págs.
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