¿Soledad? ¡No te desesperes!

Por  *Juan Alberto Echeverry

Es usual deprimirnos, sentirnos abandonados y tristes, cuando nos sentimos solos en la vida, cuando no logramos conseguir una pareja o tener a alguien con quien pasar las horas o compartir nuestras alegrías y tristezas. Pero más allá de la soledad, hay una persona que nos alienta, que nos acompaña, nos abriga, nos abraza, y no nos descuida nunca. El llena nuestros vacíos y suple todas nuestras necesidades.

Isa 41,10 No tengas miedo, pues yo estoy contigo;
no temas, pues yo soy tu Dios.
Yo te doy fuerzas, yo te ayudo,
yo te sostengo con mi mano victoriosa.

Sal 68,6 (7) Dios da a los solitarios un hogar donde vivir,
libera a los prisioneros y les da prosperidad.

Sin embargo el mismo Dios nos invita a actuar en la misma soledad, a no dejarnos agobiar por la situación, sino luchar y construir la vida sobre la base de la confianza en Él, pero haciendo nuestros propios planes:
Lectura: La lectura nos llena de alegría y esperanza; nos hace crecer en el conocimiento y contribuye a nuestra estima. Nos aporta ideas para la acción y nos prepara para compartir tema con quienes se nos acerquen.

Deporte: Nos ayuda a oxigenar la sangre, revitalizar nuestro cuerpo, nos ayuda con pensamientos positivos y prepara nuestro cuerpo para un mejor vivir.

Oración: Nos ayuda a estar fuertes espiritual y psicológicamente. Nos ayuda a fortalecer nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos. Nos aporta ideas para actuar en la vida y logra gracias sobrenaturales para nuestra vida.

Auto cuidado: Sin caer en la vanidad, nos hace crecer en la estima, nos hace crecer en el amor a nosotros mismos y nos prepara sanamente para aportar a los demás. Nos hace sentir saludables, especialmente al cuidarnos en la comida y en el deporte.

Servicio: Esta es una de las actividades más importantes en la rutina de la soledad, porque nos hace sentir que somos valiosos, nos ayuda a aportar a otros que sufren o están necesitados, nos ayuda a cumplir con el evangelio, nos ayuda a conocer personas valiosas y hace que nuestra vida tenga más sentido.

Actividad de aprendizaje intelectual o técnico: Participar de un curso, de un proyecto, de un grupo, etc.; nos permite crecer como seres humanos, nos da la posibilidad de conocer otras personas y relacionarnos mejor. Contribuye a nuestra estima y nos hace crecer como seres humanos.

Actividad lúdica: Nos distrae, nos hace reír, nos enseña y nos hace descansar de la rutina.

Dormir bien: Contribuye a todas las áreas de la vida, especialmente si tenemos un buen horario de sueño, que nos impida caer en el insomnio o en el desorden de horas de sueño que produce ansiedad y malos hábitos durante el día.

En el camino de la vida y en medio de una soledad saludable, con plena seguridad Dios proveerá la compañía perfecta para cada momento de tu vida, aunque muchas veces no la percibas con los sentidos de la carne.
¡No te desesperes, Dios siempre está contigo! ¡Sacúdete la soledad!

*Facilitador católico Director de la FUNDACIÓN CATÓLICA IMMAH
Laico Católico Colombiano, escritor y predicador

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